Como lo indican sus siglas en inglés BTE (Behind The Ear), estos auxiliares se colocan detrás de la oreja y son conocidos como retroauriculares. Se conectan al oído mediante un molde hecho a la medida del pabellón y conducto del paciente, y este molde sirve para fijar el auxiliar al oído y dirigir el sonido procesado hasta el tímpano, además deberá de ofrecer un buen sellado para pérdidas severas y profundas. Estos audífonos son muy versátiles, ya que compensan hipoacusias desde ligeras hasta profundas y restos auditivos, además de ser los más indicados para pacientes pediátricos. Su uso requiere poca destreza manual. Pueden utilizarse cómodamente incluso con armazones de lentes.1
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